Gerasa, la amada de Adriano

                                                                    (Cuna de civilizaciones,   6)

De Ácaba a Gerasa

Los autobuses de la Trauks International Transport tienen sus oficinas en la calle Al Saada  frente al City Hotel y al restaurante  Captoira, uno de los mejores de Ácaba. Estos autobuses, perfectamente equipados, cubren en cuatro horas los 360 kilómetros que separan Amman de Ácaba, a través de la ruta del desierto.

Nuestra salida hacia la capital del reino Hachemita la efectuamos, con puntualidad japonesa, a las 7.30. de la mañana, como está anunciado en el tablón de horarios.

Como quiera que la mayoría del recorrido es por un desierto carente de un atractivo especial,  dedico el tiempo a repasar apuntes y poner un poco de orden en escritos pasados y actuales.

Gerasa Amman paisaje de nieve (FILEminimizer)
Amman nevada

La temperatura y condiciones meteorológicas han cambiado radicalmente entre el punto de origen y el final del trayecto. Mientras en Ácaba andábamos en manga corta, en Amman hace un frío espantoso, por lo que tenemos que echar mano del anorak.

El taxi que tomamos en la estación de autobuses, nos conduce por requerimiento nuestro, a la embajada siria, con el fin de conseguir el correspondiente visado. El mismo lo necesitaremos en los próximos días, ya que entra en nuestros planes visitar la legendaria ciudad de Palmíra, a orillas del río Eúfrates. Como se desprende del escrito, el viaje que narramos se efectuó antes de la fratricida guerra que asola actualmente el país de los Omeyas.

Las peripecias del joven Daniel, conduciendo endiabladamente por las difíciles calles de Amman con el fin de llegar a tiempo a la embajada, de nada sirven, ya que cuando llegamos a ella, el departamento de visados está cerrado. Está cerrado durante los próximos tres días ya que mañana es viernes, (día santo en el mundo musulmán)  y al ser el domingo cumpleaños del rey Abdulá es fiesta en Jordania, por lo que el sábado hacen puente.

Decidimos dormir en el Sufara Hotel, más por la buena ubicación, que por ser este de nuestro agrado. El mismo se encuentra en el centro de la ciudad antigua de Amman, junto al Anfiteatro Romano.

Con tres días de fiesta por delante y sin tener muy claro que derroteros tomar, decidimos salir a sacar dinero y dar una vuelta por la Dawn Tawn.

No han transcurrido ni 20 minutos, cuando se desencadena una tormenta de nieve que incrementa la, ya por si, caótica circulación, tanto peatonal como rodada. Lo que hace bastante dificultoso moverse por sus calles.

Ante tal situación, entramos en un sencillo restaurante, desde el cual, con los estómagos llenos y dinero en los bolsillos, volvemos al hotel, dónde nos quedamos dormidos, tratando de ordenar nuestro futuro sin conseguirlo del todo.

Gerasa nieve en Amman (FILEminimizer)
Vistas desde la habitación del hotel

Cuando corremos las cortinas de nuestra habitación no damos crédito a lo que vemos. Las calles, a pesar de ser las ocho de la mañana, están totalmente desiertas, y un blanco manto de inmaculada nieve cubre todo cuanto abarca nuestra vista. ¡Una nevada de estas dimensiones no podíamos imaginarla en la desértica Jordania! Nos cuentan que algo similar ocurrió por última vez hace más de medio siglo.

Cuando estamos desayunando llega Daniel, con el que habíamos quedado el día anterior para desplazarnos a la ciudad de Jerash, distante unos 50 kilómetros al noroeste de Amman.

Gerasa amman rotulo de jerash (FILEminimizer)
Salida hacia Jerash

Nos advierte que no sabe si podremos llegar a nuestro destino, ya que según información radiofónica, la carretera que une Amman con Jerash está cortada al tráfico. Lo que si queda totalmente descartado es acercarnos hasta la frontera siria puesto que las comunicaciones entre ambos países están suspendidas debido a las condiciones meteorológicas. Esta última opción la habíamos barajado pensando que tal vez en la misma frontera podíamos conseguir los visados, al no poder obtenerlos en la embajada siria de Amman.

Ante tal situación, decidimos visitar Jerash, siempre que sea posible. Regresar a Amman y de nuevo a Ácaba, para intentar entrar a Israel por Eliot, ya que el tiempo en aquella zona sigue siendo espléndido.

Mientras la Metrópolis se desangra, las provincias florecen

jerash, plano (FILEminimizer)
Plano de Jerash

Jerash, a la que llegamos, no sin ciertas dificultades, hace honor a su fama. Aunque se habla de asentamientos humanos en esta zona que datan del tercer milenio anterior a Cristo, lo que realmente queda de ella para el observador normal es la  ciudad romana. Sobre todo si tenemos en cuenta que son las ruinas de ciudad romana mejor conservadas de todo el Próximo Oriente. Después de haber dormido durante siglos bajo las arenas del desierto, en 1.806 fue descubierta por el investigador alemán Ulrich Jasper.

Gerasa jerash, el corso (FILEminimizer)
Cardo de Gerasa

Conforme se le liberaba de toneladas y toneladas de arena Gerasa (nombre con el que se conocía en la época romana) iba dejando al descubierto la importancia alcanzada en su época de mayor esplendor, entre los siglos I a.d.C. y II de nuestra era.

Mientras en los confines del Imperio, que abarcaba desde Hispania a Dacia y desde Britania a Siria, se desarrollaban ejemplos como el de Jerash,  el corazón de la Matrópolis   era devorado por la desmedida ambición de sus políticos y la lucha por el poder entre los diferentes clanes y familias, tanto dentro como fuera del propio Senado, como tan magistralmente, nos narra Santiago Posteguillo en su trilogía sobre TRAJANO. De «Los Asesinos del Emperador», primer volumen de dicha trilogía,  entresacamos el siguiente ilustrativo párrafo.

«La cabeza de Servio Sulpicio Galva, Imperator Caesar Augustus, estaba clavada en una larga estaca en el corazón de Roma, en mitad del foro, frente al templo de Vesta. Miraba con los ojos en blanco, la boca torcida y la tez pálida a los curiosos que aún tenían la valentía de recorrer las calles de la ciudad aquella tarde. Tenía moratones y cortes en ambas mejillas, fruto de su vano intento por defenderse de unos pretorianos enloquecidos y hartos de que el emperador no cumpliera su promesa de darles el pago comprometido y acostumbrado tras su ascenso al poder. Su caída fue rápida: sólo siete meses desde su nombramiento como sucesor de Nerón. Alrededor había otras tres estacas con dos de los más fieles oficiales de Galba, Vinio e Icelo, y una última lanza con la cabeza de Lucio Calpurnio Pisón Liciniano, a quien Galba había adoptado como sucesor para dar inicio a una nueva dinastía. El cráneo de este último había sido perforado por la punta de un asta pretoriana hasta asomar por la frente partida de quien había soñado ser pronto emperador también».

Gerasa Jerash el foro (FILEminimizer)
Gerasa, Foro

Es posible que alguien piense que la cita anterior no viene a cuento. Sin embargo, consideramos  que sabiendo lo que sucedía en Roma se aprecie más los trabajos realizados en una ciudad de provincia como era Gerasa.

Ha sido la propia naturaleza, las especiales condiciones climáticas de estas latitudes. El haber estado durante siglos bajo una tierra seca y poco erosionante, lo que ha hecho que cuando paseamos por la Gerasa romana , con un poco de imaginación, podamos ver como se desenvolvía la vida en una ciudad de sus características durante los siglos que giran alrededor del nacimiento de Cristo.

¡ La ciudad al completo podía asistir al espectáculo!

Jerach, columnada (FILEminimizer)
Columnas de Gerasa

Todo en esta ciudad es perfectamente reconocible. Hasta el más neófito de los mortales en Arqueología o Historia, es capaz de situarse en ella y distinguir  la Puerta Sur de la Puerta Norte, unidas por el Cardo  o calle principal, de 600 metros de longitud. Tan magnánimo ha sido el entorno con estas ruinas que en la piedras que forman el pavimento del Cardo pueden verse las huellas dejadas por los carruajes hace miles de años.

El Hipódromo, con un aforo de 15.000 espectadores (¡toda la ciudad podía asistir al espectáculo!) y unas dimensiones, en su arena, de 250 metros de largo por 50 de ancho, es otra de sus obras maestras.

Gerasa jerash, teatro (FILEminimizer)
Gerasa, teatro

¿Que ciudad actual de 20.000 habitantes se podría permitir el lujo de tener dos teatros como los tenía Jerash. El Teatro Norte y el Teatro Sur, cada uno de ellos con capacidad para 4.000 personas.

El Foro, intrínsico a toda ciudad romana, reúne unas características especiales, ya que el mismo es oval, pavimentado con enormes losas de piedra formando óvalos concéntricos de mayor a menor, hasta cerrarse en un podio que existe en el centro del mismo.

Gerasa jerash, el corso con mi (FILEminimizer)
Huellas sobre las piedras

¿Como olvidar el Templo de Zeus, anterior a la época romana, pero conservado y respetado, el Ágora, el Templo de Artemisa, diosa de Jerash, y tantos y tantos edificios y obras civiles que harían el deleite de cualquier investigador?.

Se dice que Adriano, el emperador viajero, sentía un gran aprecio por esta ciudad, y Gerasa se lo agradeció obsequiándole con el magnifico arco (Arco de Adriano) que  cualquier viajero puede disfrutar en su visita a las ruinas de Jerash.

Gerasa jerash, arco de Adriano (FILEminimizer)
Arco de Adriano

Tanto «derroche» constructivo nos lleva a dos posibilidades; o bien Gerasa era un centro de ocio, dónde acudía la oficialidad y el generalato de las legiones imperiales y los mercaderes de las colonias orientales del IMPERIO, a resarcirse de sus días de carencia,  o los gobernantes despilfarradores no es una cosa de aquí ni de ahora.

De cualquier manera lo que si es cierto, es que los aeropuertos y estaciones de AVE inservibles  -y por tanto abandonadas-  no revestirán dentro de miles de años, el esplendor y carisma que portan hoy las construcciones romanas de aquella época.

Jerach, Foro (FILEminimizer)
El Foro

Paco Vidal